martes, 22 de septiembre de 2009

Tranquilidad

Cierras la puerta; ya estás fuera. Respiras y observas a tu alrededor; aquí todo es bello y te sonríes. CAminas un poco; te detienes, levantas la mirada y te imaginas rodar; en vez de caminar que más da rodar? volar? saltar? Hoy es un buen día para ser feliz y, de vuelta a caminar -porque como en muchas otras cosas, no te atreves ni a rodar, ni a saltar- Lo curioso es que ya no caminas con la mirada gacha; ya no! EN vez de eso te asombras con los colores de aquellos murales que rodean tu nueva casa... y, sí, te ves enamorada. Has recobrado esa bella sonrisa que se hallaba perdida, y parece ser que el mundo te observa y contempla; pero a tí eso poco te importa, porque tu espíritu recobró la paz que alguna vez reflejaron tus ojos, y es eso lo que ahora observo... El amor ha regresado a tu vida, pero no el amor por otro, sino que por tí misma...Hoy estás feliz y yo también lo estoy por tí.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Malditas piedras!

y aquella preciada calma sólo fue una ilusión, ese deseo de independencia, fue asimismo una temporal quimera... y sí, he vuelto a caer en la misma mierda, sólo por no tropezar con la misma piedra... ya no hay nada por hacer. Sólo dejar partir y desear felicidad. Cambiar de horinte, ampliar la mirada. Caminar nuevamente sola, conocer a otro (s) y dejar de idealizar... Enterrar esta rabia -tal vez infundada- para volver a ser la misma con él -aunque siempre habrá un antes y un después.

Mierda bienvenida a mi vida!

Soledad vete ya de aquí!!!