domingo, 20 de septiembre de 2009

Malditas piedras!

y aquella preciada calma sólo fue una ilusión, ese deseo de independencia, fue asimismo una temporal quimera... y sí, he vuelto a caer en la misma mierda, sólo por no tropezar con la misma piedra... ya no hay nada por hacer. Sólo dejar partir y desear felicidad. Cambiar de horinte, ampliar la mirada. Caminar nuevamente sola, conocer a otro (s) y dejar de idealizar... Enterrar esta rabia -tal vez infundada- para volver a ser la misma con él -aunque siempre habrá un antes y un después.

Mierda bienvenida a mi vida!

Soledad vete ya de aquí!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario