lunes, 1 de junio de 2009

Soledad

Amiga soledad, durante mucho tiempo fuimos inseparables y recibí tu incondicional compañía. La verdad es que llevábamos varios meses sin encontrarnos y, no es que quiera ser mal agradecida; pero todo el tiempo en que estuvimos separadas, significaron los meses más maravillosos de mi vida.
Es por ello que no puedo recibirte con una sonrisa, ni decirte ¡qué alegría que estés aquí! Sabía que en algún momento ibas a llegar, mas no estuve preparada… pero, ¿quién está preparado para ser apartado del amor?
Yo no te pedí que vinieras, a ti te enviaron para arrebatarme la felicidad, que, imaginada o no, era mi felicidad.
Pero, hay algo diferente en nuestro reencuentro, y es que al sentirte cerca de mí, por primera vez me provocaste miedo, ya han pasado algunos días y él no me quiere dejar, me ha arrancado la paz que había conseguido.
Por lo menos, tu actual estadía en mi vida, fue una imposición, sólo me falta tener el valor suficiente para revertir la situación.
Ahora bien ¿qué sucede con tu remitente? Ambos sabemos que corporalmente no está solo-¿alguna vez lo ha estado?- pero espiritualmente es sabido que sí lo está. La diferencia radica en que por más que se queje de tu compañía, no hace nada para hacerte a un lado. Puse mi vida en sus manos, y él así sin más me desechó, y tal vez no haya sido yo la primera y lo más seguro es que no seré la última.
Su amor por los placeres de la vida y su egoísmo lo van a llevar a tu lado… y sólo hay una persona que puede cambiar esta aseveración y es él mismo.
Cuando decida darle cabida al amor, va a lograr la paz y felicidad que tanto busca. De no ser así, sólo va a lograr momentos de alegría mas no de felicidad, porque ésta embarga tu alma, está por sobre uno mismo y permite una entrega recíproca de la pareja. Tal vez yo no era tu felicidad, pero no te cierres a la posibilidad (porque estoy segura que estás bloqueando el amor en tu vida) de amar y ser amado de verdad, siempre…
En lo que respecta a mí, no me queda otra que aceptar tu compañía y lidiar con ella hasta que éste dolor pase…

1 comentario:

  1. Me acabo de dar cuenta que todos esos meses no fueron más que una mentira

    ResponderEliminar