lunes, 15 de junio de 2009
Y la lluvia llegó...
Y estuve arropadita... pero lamentablemente solita. Las lágrimas del cielo parecían perennes, mas no tuvieron comparación con la tristeza y soledad de mis ojos. Cómo deseo sacarte de mí para ver la vida con alegría y poder disfrutar de su compañía... porque la verdad es que no estuve tan solita
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